En primer lugar, la primera imagen muestra a nuestro personaje, vestido como un pintor, con un delantal y una enorme boina sobre sus orejas. Está usando los mismos grandes zapatos de siempre. Pero su ropa está llena de manchas de pintura, ya que parece que lo sorprendimos en plena tarea creativa. En una de sus manos, tiene una bandeja o tabla llamada paleta con distintos tonos y colores de acuarelas y, en la otra, levanta un largo pincel cargado de pintura.
La segunda ilustración, en cambio, es bastante diferente porque podemos verlo a Mickey de pequeño, jugando en un parque o en una plaza. Muy sonriente, se balancea en precario equilibrio sobre una goma de auto, atada con una soga a la rama de un árbol, como si fuera una hamaca o columpio. El babero que está usando es muy dulce.
A continuación, en la tercera, lo observaremos caminando enérgicamente, a grandes pasos, y silbando una canción. Está vestido con sus tradicionales pantalones cortos con dos grandes botones.
Ahora bien, el cuarto dibujo muestra nuevamente a Mickey, pero esta vez ataviado como un simpático marinero, listo para navegar. Su traje, con rayas en las mangas y un gran moño en el cuello, está realmente reluciente y es muy llamativo el pequeño sombrero colocado entre sus orejas negras.
Finalmente, en la quinta y última imagen, nuestro querido ratón está patinando hábilmente sobre hielo, bien abrigado para combatir el frío de la pista de patinaje, con una camisa de mangas largas y un gorrito de lana con pompón.